El arqueólogo Harco Williams lideró el descubrimiento de este fragmento del Libro de las Dos Vías.
El ataúd de una mujer rica de Egipto, llamada Ankh, tenía en su interior la versión la más antigua de un fragmento del Libro de las Dos Vías, que servía a los muertos como una especie de mapa en el inframundo.
Los grabados, localizados en dos paneles de madera, tienen más de 4.000 años. Así lo explica el arqueólogo Harco Willems en su nuevo artículo llamado “Un fragmento de un libro temprano de dos caminos en el ataúd de Ankh de Dayr al-Barshā”, publicado en The Journal of Egyptian Archaeology.